“Con tâas, descubrí errores que ni mi propio padre como contador había detectado.”

Siempre asumí que mis declaraciones estaban bien hechas, pero al usar tâas encontramos que muchas facturas —como las de las escuelas de mis hijos— tenían errores que las volvían no deducibles. Son demasiados detalles para que una persona los controle sola. tâas me ayudó a detectar lo que pasaba por alto.

“Creí que me devolverían $48,000… pero solo fueron $13,000.”

El SAT rechazó muchas de mis facturas: colegiaturas mal timbradas, pagos médicos emitidos como efectivo, hospitales con régimen incorrecto… todo eso me hizo perder $35,000. Desde que uso DocX360/tâas, por poco más de $1,000 al año, me aseguro de no volver a pasar por eso. Es la diferencia entre confiar y comprobar.

“De tazas a tasas. Así comenzó todo.”

Un día cualquiera, entre cafés y rutinas, escuché sobre un proyecto llamado tâas. Al principio me asustó oír la palabra “impuestos”, pero luego descubrí una plataforma que hace que ellos sean los que salgan corriendo. Desde entonces, formo parte de este sueño que transforma la forma en que enfrentamos lo fiscal.

“El SAT ya no me da miedo. Ahora lo entiendo… y lo aprovecho.”

Antes, hablar del SAT era hablar de problemas. No entendía mis ingresos, ni cómo manejar mis egresos. Con tâas descubrí que no hace falta ser experto: la plataforma me muestra lo que está mal y cómo corregirlo. Hoy, paso de la preocupación a la tranquilidad, con claridad sobre mis finanzas.

“El SAT evoluciona. Por eso elegí una herramienta que va un paso adelante.”

Cuando conocí tâas en 2021, vi una solución con potencial. Con tantos requisitos técnicos en los CFDI, validar todo manualmente es imposible. El SAT ya usa sistemas que detectan errores de forma silenciosa, y esas revisiones solo van a aumentar. tâas no solo descarga facturas: valida cada uno de los requisitos que garantizan que una deducción sea válida ante cualquier revisión.